martes, 15 de enero de 2013

Hoy es un día muy especial,

Hoy causo baja en un proyecto para focalizar todas mis energías en otro. Hoy dejo Semantic Systems. Una empresa, en el sentido quijotesco del término, en la que he aplicado algunos de los mejores años de mi vida sin arrepentimiento. Siento orgullo por el camino recorrido. Siento orgullo porque entre unos cuantos hemos construido una realidad que genera riqueza social. En Semantic dejo muchos amigos, que, a buen seguro lo serán por siempre, a pesar de  la distancia que aplica la vida en las encrucijadas que hará que no nos prodiguemos en contactos periódicos ya que los menesteres diarios y sus retos harán que apliquemos el tiempo en otras misiones. Hoy me voy un poco de allí, aunque siempre será hogar para mi.

Y hoy comienza otro camino. Más bien comienza una nueva senda, ya que el camino empezó un 13 de Octubre de aquel 2008 que, aunque a distancia de 4 años, se hace muy presente cada día. Hoy comienzo a dedicar todos mis esfuerzos en la lucha que la vida me ha programado, al dedicar a mi hijo la más barroca y compleja de las canciones. Hoy, 15/01/2013 (os animo a sumar las cifras) comienza la andadura con una sola alforja; la de la pelea contra estas enfermedades. No sé con certeza sobre el objetivo de este rato que es la vida, pero sí siento que irremediablemente me llama a luchar contra estas enfermedades. Las que afectan a muchos sin condición ni razón más allá del azar.

Trataré de aplicarme en el camino no vaya a ser que la meta ofusque mi andar y como decía el cantautor tropiece en el camino por mirar al porvenir. Trataremos entre muchos que el porvenir lo vengamos, trataremos de ser protagonistas de la construcción de un edificio mejor en el que habitar, o, aunque sea, de algunos granos de arena en el hormigón.

Hoy le he recordado después de cenar a Jontxu nuestras partidas a la guerra a las cartas en Murcia, a la espera del trasplante. Nunca había compartido tanto tiempo con él como aquellos días de diciembre de 2008. 6 años pasados y yo enfrascado en un frasco que no dejaba pasar el aire. Jon quitó el tapón. Recuerdo aquellos días como algunos de los más maravillosos de mi vida por compartir sonidos, momentos y vida verdadera con Jontxu que quedan por siempre, que se reviven cada día.

Jon vive. Y vive con dignidad. La dignidad que él aplica a cada segundo de la vida. La dignidad de las risas que han brotado de interior esta noche cuando le he dicho que sabía que en Murcia no hacía más que ganar a la guerra porque me hacía trampas. Jon es sabio y sabe que la felicidad está en pequeñas cosas. En ese "as" que sacó varias veces para ganar. Ese "as" son sus pecas, es su sonrisa, es su lucha por la felicidad a pesar de todo.

GRACIAS a la vida, que nos ha dado a Jon, para despertarnme del letargo de la presunción de felicidad que radica en objetivos efímeros. Gracias Jontxu por ganarme de nuevo a la guerra haciéndome trampas; las trampas de tu alma pura que me enseñan cada día.